LORENZO CHÁVEZ HERNÁNDEZ / CRONISTA DEL MUNICIPIO DE SÚCHIL, miércoles 23 de marzo de 2022, actualizada 08:23

Cuentan algunos historiadores que el primer lugar habitado que tocó la expedición comandada por el capitán Francisco de Ibarra fue la ranchería que hoy es el pueblo de Súchil, entonces habitada por indios zacatecos.

Francisco de Ibarra inició la conquista financiado por su tío el capitán Diego de Ibarra y contaba con una edad aproximada a los 16 años.

La expedición llegó hasta el cruce de los ríos San Antonio proveniente de Gualterio y el arroyo colorado de Chalchihuites cuando entraba la primavera de 1555. El paraje era prodigo en vegetación y las chozas de los indígenas se ocultaban entre praderas cubiertas de flores y hierbazales.

Cuando los moradores se dieron cuenta de la aproximación del ejército, corrieron a esconderse en el bosque. Solo una joven indígena que andaba fuera de la ranchería no se percató de la aproximación de los españoles. Fue sorprendida en un prado recogiendo flores, hasta que el mismísimo Francisco de Ibarra se detuvo frente a ella. Aterrorizada fijó sus ojos en él, los pasó enseguida a su alrededor y viéndose sitiada se acercó dándole las flores.

Habiéndole interrogado Ibarra sobre el nombre de aquella ranchería y pensando que le preguntaba por el objeto que acababa de entregarle, le contesto: "Xochitl". De ahí que se diera a aquel pueblo ese nombre que, corrompiéndose se pronuncia hoy "SUCHIL".

El capitán Ibarra al notar que las chozas estaban abandonadas intuyó que los indígenas pudieran ser hostiles y le tuvieran preparada una emboscada, o bien que hubieran huido atemorizados. Colmó de atenciones y de obsequios a la indígena y la dejó en libertad. Esto hizo a los indígenas cobrar confianza y algunos de ellos abandonaron sus escondites y se acercaran a los españoles llevando ramos de flores al capitán quien ganó su amistad con regalos y atenciones.

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