EN MEMORIA DEL SANTO Y DE UNA HERMOSA EPOCA
 

El 5 de Febrero estaba muy preocupado con terminar de configurar algunos módulos de este sitio, así que no me dio tiempo de recordar a uno de mis ídolos del cine en su 38 Aniversario de su fallecimiento. En el vídeo se muestran algunas de sus frases y enseñanzas, a el respeto sus compañeros luchadores lo apodaban "EL PROFE".

Pues bien este 5 de febrero nuevamente se me paso esta fecha, por eso estoy retomando el artículo que publique el 16 de marzo del 2009, en memoria de este verdadero "IDOLO DEL PUEBLO". 

Yo supe de el, se atreves de la revista Santo El Enmascarado de Plata, de ediciones José G. Cruz.

Un día vi a Pepe Gálvez Serrato, hijo de mi maestra Trini, entre unos tapiales con una mascara del Santo y una capa que al parecer era un delantal de su mamá, me quede encantado con la mascara.

Como muchos de los niños de esa época yo quería tener mi propia mascara, pero era prácticamente imposible, primero por que no sabíamos dónde conseguirla y segundo y más importante, que había otras necesidades más apremiantes que una mascara.

Siempre veía que en la última página publicaban la lista de ganadores del concurso dibuja al Santo. Un día decidí dibujar al Santo, elabore varios bosques y por fin me decidí por uno. Le pedí a mi mamá para una estampilla de correo y fui y deposite mi dibujo.

Pasaron varias semanas, pero un día el Sr. Fortino llego con un aviso de pasar al correo a recoger un sobre. Nunca imagine el contenido ni el motivo, yo ya ni me acordaba de mi dibujo, pero al recibir el sobre brinque de gusto, había sido uno de los ganadores del concurso dibujando al Santo.

Ahora me sentí soñado con mi rímel. Pero mis primos no tenían la suya, así que diseñe otras en base a la del Santo y la pobre de mi mamá tuvo que cosernos los nuevos modelos.

Hermosa época. En las arenas de nuestro río luchamos casi todos los días por muchísimo tiempo. Aunque nos rotábamos las mascaras, yo siempre quería ser el Santo y sobre todo ganarles siempre a los rudos que eran mis primos.

Por primera vez lo vi luchar en El Auditorio de Durango, ese día me acompañó mi mamá, ella había ido a visitarme, ya que ella seguía viviendo en Súchil cuidando a mi abuelita. Pobre de ella, ya que me tuvo que acompañar a ver al Santo al salir del Auditorio.

Pocos ídolos populares como el. Posiblemente hayan existido otros luchadores mejores o más espectaculares que el. Pero el llego al corazón de su pueblo. Y fuimos millas los que en algún momento llegamos a gritar la famosa porra SANTO – SANTO – SANTO.

Saludos a mis primos José Ángel, Anselmo, Lalo, Alfredo, Armando y toda la chiquillada que compartimos nuestras fantasías tras una mascara de trapo. Y a Pepe Galvez Serrato quien fue mi inspiración para ganarme una máscara de El SANTO.

• Prev
• Next